Érase una vez una niña llamada Sonia y un niño llamado Raúl.
Vivían en un pueblo pequeño llamado Estepa. En el pueblo había una fábrica de mantecados y un día fueron a visitarla.
Aquel día tan especial para ellos estaban tan emocionados que se perdieron de la vista de los padres, aunque su madre Raquel les había dicho - niños no separaros que os perdéis así fue se perdieron
Como estaban despistados no encontraban la salida, al fin encontraron una puerta y entraron . Era la salida, fueron a casa y todos felices de volver a verlos montaron una fiesta por todo lo alto donde estaba invitada toda la familia, amigos, vecinos..... todos jugaron, bailaron y cantaron.
Sonia y Raúl dijeron-estamos encantados de volver a veros a todos.
Y colorín colorado este mantecado se ha acabado.
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